miércoles, 8 de junio de 2011

Ya decía yo

Cuando hace tres años entró mi hijo en la universidad, en la charla de presentación, nos comentaba el decano que al acabar la ingeniería ellos conseguirían que los chavales supiesen estudiar. Que veríamos un cambio sustancial en su forma de estudio: sabrían concentrarse sin estar pendientes de las constantes interacciones que entonces hacían al estudiar en las redes sociales. Pensé yo: ¡Cómo Dios manda! Pero en ese momento mi hijo estudiaba pendiente del twitter, facebook, tuenti, las descargas...

A veces, cuando alguien externo nos verbaliza alguna idea que nos rondaba la cabeza, decimos "Ya decía yo..". Esto es lo que precisamente me ha pasado leyendo la revista de mayo de Harvard Business Review, en su reseña Multitasking 101:
"Al menos el 62% de las ventanas web que abren los estudiantes de universidad en sus PCs durante las clases no están para nada relacionadas con la misma, según un estudio de James M. Kraushaar y David C. Novak, de la Universidad de Vermont. Como era de esperar, los alumnos que emplean sus recursos cognitivos de esta manera obtienen menores notas que sus compañeros atentos. Una de las distracciones especialmente virulentas es la mensajería instantánea."
Recomiendo la lectura del artículo completo: Examining the Affects of Student Multitasking With Laptops During the Lecture. Especialmente las conclusiones (pag. 7) porque una vez explicado en el artículo los tipos de memoria (sensorial, de trabajo, y a largo plazo) concluyen cómo las diferentes distracciones ante el ordenador rompen la concentración y limitan la capacidad retentiva y por tanto el aprendizaje. De todas ellas, la distracción más corta y aparentemente más nimia (la mensajería instantánea) es la más disruptiva. Aun más, el 40% de alumnos que utilizan la mensajería instantánea ni siquiera lo declararon en las encuestas.

¡No le daban importancia y esa pequeña distracción rompe totalmente (y repetidamente) su capacidad de concentración! ¿Hacía falta que viniesen los americanos a decirnos algo tan obvio? ¡Creo que si!

Por cierto el decano tenía razón:  veo avances tanto en la forma de concentrarse mi hijo como en las notas.

Ya decía yo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario