miércoles, 5 de junio de 2019

¿Escuchas a los que desprecias?


A finales de mayo, fuí a escuchar a Maria Guadalupe a la Fundación Ramón Areces. Daba una charla con un título muy sugestivo: Her opponent: un experimento sobre género y percepción. Qué habría  pasado si Trump fuese una mujer y Hillary un hombre, o sea ¿qué hubiera pasado en los EEUU si en los debates presidenciales los mensajes de Hillary Clinton los hubiese expresado un hombre, y los de Donald Trump  una mujer?

De la reseña de la charla, "El objetivo es analizar si las percepciones sobre los candidatos cambian cuando se cambian los géneros. María Guadalupe hablará sobre los resultados y las conclusiones de este experimento, que resultaron ser sorprendentes. Las expectativas antes del experimento eran que Clinton fuera percibido como "más presidencial" como hombre y la actitud de Trump como "intolerable" en una mujer. Los autores contrastaron estas expectativas con las opiniones de los espectadores expuestos a este original debate."

Para visualizarlo contrataron a unos actores profesionales, donde un actor y una actriz reproducían a cada uno de los candidatos, copiando su estilo, cadencia, arrogancia, etc y actuaron en varios teatros americanos.  [https://www.heropponent.com/]
 

El objetivo de María Guadalupe durante la charla - en una puesta en escena muy interactiva-  fue involucrar al público para que expresase qué recordaba de los debates de Trump y Clinton, los puntos fuertes y débiles de cada uno, hacernos escuchar algunos trozos de la obra heropponent, para que viésemos en acción a los actores y que reaccionásemos a la representación cruzada.

Como comenta teenvogue, "La idea del experimento era demostrar que el comportamiento agresivo de Trump no sería tolerable en una mujer, y que Clinton hubiese sido más respetada de haber sido un hombre según NYU News."

Por lo que explicó María Guadalupe durante su charla, no hay conclusiones universales, pero sí hay una reacción mayoritaria: aquellos que despreciaban a cualquiera de los dos personajes logran escuchar y dar más valor al mensaje cuando viene de otra boca, independientemente del género del orador.

Teenvogue comenta que "Tal como descubrió NYU News muchos espectadores se quedaron horrorizados al ver que no veian en Gordon (el actor ) aquello que admiraban en Clinton y que las tácticas de King (la actriz) brillaban cuando decían cosas que en Trump lo veian inadecuado".

Pero el ejercicio debe servir como una advertencia contra nuestros sesgos de género (y sobre todo del género femenino). En algunos puntos concretos no solía gustar el lenguaje no verbal del actor (el que reproducía el mensaje de Hillary y actuaba como ella), parecía demasiado femenino para un hombre, como por ejemplo callar y solo sonreír como método de expresar desacuerdo.

Finalizaré con las conclusiones de Maria Guadalupe en la reseña del programa,  
"La forma en que pensamos que percibiremos algo es muy diferente de cómo nos sentimos realmente al respecto. Cuando las palabras de Trump se pusieron en la boca de una mujer, muchos encontraron que sonaba menos temerario o loco; quizás porque es más socialmente aceptable que una mujer sea más dramática y emocional. Si bien no hay evidencia de que el elenco entre géneros haya cambiado la preferencia de cualquiera, le dio a la gente la distancia suficiente para reflexionar sobre su propio sesgo de género profundamente arraigado, y para pensar cómo podrían haber comprendido mejor los debates y la otra perspectiva si no hubieran sostenido tal fuerte preferencia o disgusto por un candidato específico”.
Y me pregunto, ¿cuándo alguien de izquierdas escucha a Casado o cuándo alguien de derechas escucha a Sánchez, filtra [no escucha] su mensaje porque lo desprecia?

Perdemos todos....





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