Contento, pero no satisfecho

 Tiene miga esta frasecita. ¡Me parece magnífica! Sugiere un estado mental, en el que de forma permanente intento buscar cómo mejorar mi situación actual. Ojo, no confundamos esto con perfeccionismo; esto va de una vez hecha una tarea pensar si la próxima vez que la ejecute la puedo hacer mejor; estamos en un mundo activo: si yo no mejoro algo un competidor lo hará. Y el que da primero puede dar dos veces. Y esta actitud es válida para cualquier cosa que hagamos, en los negocios, en los estudios, en la política.

Esto es lo que piensa David Sokol, delfín del inversor Warren Buffett, en su libro "Pleased, but not Satisfied".

Veamos su solapa interior:

"Mientras que Contento, pero no satisfecho el nombre de este libro, es mucho más que un título. En realidad es un estado mental, el reconocimiento que la gestión de una empresa, departamento o un negocio es un viaje que nunca acaba. Resalta - incluso en el entorno de negocios actual veloz y globalmente interconectado - que las tareas básicas de la gestión de un negocio son fundamentales para crear valor a largo plazo en cualquier empresa. Los análisis económicos conservadores y la disciplina y gestión detallada pueden no ser llamativos, pero de forma consistente permiten conseguir resultados de alta calidad."

Trata varios aspectos de la gestión de una empresa, incluyendo el compromiso con el trato justo de los empleados, la compra de empresas pero lo que más me interesa resaltar son las tareas básicas a ejecutar en un negocio que son las de tener un plan, asociarle unas métricas concretas que permitan evaluar el avance, ejecutar el plan y corregirlo a medida que se vaya avanzando.

Fácil, ¿no? ¿Pero lo haces habitualmente, o sólo ejecutamos tareas como pollo sin cabeza y luego queremos el reconocimiento a nuestro esfuerzo de forma independiente del valor aportado?

Estoy contento con este post, pero no satisfecho! A ver si la semana próxima lo hago mejor...

Quieres saber más sobre Sokol: Lee este artículo  de la revista Fortune.