sábado, 27 de febrero de 2010

¿Qué es innovar? ¿Por qué algunas ideas fracasan y luego tienen éxito?

Todos los días oímos que España está perdiendo productividad y que tenemos que innovar. Apuesto que enseguida has pensado que innovar es inventar cosas nuevas. Hasta hace poco yo tampoco distinguía claramente la diferencia entre innovar e inventar. Pero estuve con Antoni Flores, cuya empresa ha abierto una brecha interesante en el mercado innovando con muchas empresas, a destacar por mi  Nexpresso o Durex Play, nos  explicó la diferencia. Innovar implicar introducir algo nuevo a algo existente, al innovar buscamos aumentos de la productividad, estructurar una idea que tenga impacto en el mercado . En cambio al inventar muchas veces partimos de cero, y el invento puede ser útil o como el invento del TBO y nunca ser realidad.

¿Pero qué ha de ocurrir para que las innovaciones tengan éxito? Antoni Flores comenta que tienen que ser válidas en 3 ejes: el cultural, el económico y el tecnológico. Es fácil entender los dos últimos: si una idea no es viable económicamente jamás se producirá (o si se produce se arruinará a alguien); cuando no es viable tecnológicamente no se puede fabricar (o si se fabrica los problemas tecnológicos harán que la gente maldiga a quien le vendió ese cacharro que falla tanto o que no se relaciona con otros elementos como se nos había prometido). El concepto que nos da qué pensar es el cultural. Cuando las ideas se avanzan a su tiempo la gente no entiende cómo las necesita y por lo tanto no las adopta. Eso es lo que le pasó en su día a la agenda Apple Newton que produjo Apple. ¿Para qué una agenda electrónica, con lo bien que van las de papel? Hoy tengo un Kindle, el libro electrónico de Amazon, y algunos amigos me dicen que donde haya un buen libro, que se quite el ebook. ¡Algunos de mis amigos no están culturalmente preparados para un ebook!

Hay que poner en el mercado una innovación cuando ya hay un número significativo de personas que están dispuestas a utilizarla, aunque hayan otros muchos que todavía la rechacen. Es un ejercicio como el concurso "El Precio Justo", si esperas demasiado puede entrar al mercado alguien antes que tu, si llegas demasiado pronto te puedes abrasar con tu idea y no vender un colín.

Esto ilustra que el eje cultural es muy importante para poder evaluar si una innovación tendrá o no éxito. Es más fácil innovar en "pequeños pasos" ya que se reduce la resistencia cultural de las personas a asumir el cambio. (*)

¿Podríamos imaginar que se hubiese puesto a la venta un consolador Durex Play en una farmacia hace sólo 20 años?


(*) A veces los pequeños pasos  pueden llevar a no querer catalogar una innovación como tal. Eso le pasó a Ford con Robert Kearns, el inventor del limpiaparabrisas intermitente. Total, era la misma cosa ¿o no?. Ford perdió después de muchos pleitos el juicio y tuvo que indemnizar al inventor. Existe una película: Flash of Genius con una escena memorable en la que en el interrogatorio al testigo de Ford se le pregunta si aceptaría confirmar que todas las palabras de un libro están en un diccionario, éste contesta que si, y el abogado concluye que entonces una vez inventado el diccionario, ningun autor puede ser propietario de su obra, pues total, un libro no es mas que el ejercicio de ordenar las palabras que ya están en el diccionario, bonita metafora del limpiaparabrisas. Kearns ganó dos juicios, contra Ford y Chrysler, aunque no pudo ganar sus pleitos contra General Motors y Mercedes.

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