miércoles, 26 de septiembre de 2018

¿Haces cosas que te gustan y motivan?

¿Haces cosas que te gustan y motivan? O sea (y simplificando mucho) ¿generas suficiente dopamina?
Cayó en mis manos el libro “Placer y Recompensa” de Javier Correas Lauffer.  Correas explica que la dopamina, es precursora de la noradrenalina, que a su vez lo es de la adrenalina, esa vieja conocida que nos aporta la energía vital para afrontar muchos retos. La dopamina la generamos haciendo cosas que nos motivan, y tambien pensado en hacer esas cosas que nos motivan.
“Se ha comprobado que en situaciones de expectativa de recompensa la dopamina se eleva incluso más que durante la propia experiencia. [p 61]. [A mi me trae a la memoria cómo mis padres disfrutaban más del anuncio de mi visita a Barcelona que la propia visita en sí, pues entonces como buenos anticipadores de problemas que eran, estaban inquietos por si perdía el avión de vuelta.]
Añade que si somos capaces de anticipar las pequeñas ilusiones de cada día, elevamos nuestros niveles de dopamina. En otras palabras, nos activamos. La falta de energía, el agotamiento, la desmotivación, las atribuye a una baja generación de dopamina [p. 49]. Y advierte:
 “El problema [de una persona] es si piensa en sus pequeñas ilusiones de cada día y no las encuentra, puede ser que las tenga pero no las valora (...) y algunos (...) me responden (...) que ya no tienen ilusión por nada”.

 ¿Cómo combatir esta situación? Haciendo cosas que nos motiven y que nos ilusionen: sacaremos fuerza de debajo de las piedras y entonces, haciendo más, estaremos paradójicamente llenos de energía y menos agotados.

“Lo que nos aumente la dopamina (...) nos va  hacernos sentir bien y nos llevará a repetir la conducta” [p. 63]

En caso contrario estarás sin fuerzas, con sueño, desmotivado...  Y advierte,

 “Pero cuidado, [la dopamina] nos genera motivación y refuerzo para mantener y repetir conductas de todo tipo, buenas y malas.” [p 66].
¡Atención! La dopamina nos da placer, y fuerza para hacer cosas buenas y malas. Si son buenas lo llamamos motivación. Pero si son malas las llamamos... adicciones. La raya entre la adiccion y la motivacion es muy fina: ambas nos dan placer al estimular la segregacion de la dopamina.

¡Motívate y motiva a otros seres queridos! ¡Genera dopamina!
¡Y usa esa fuerza sabiamente!

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