lunes, 9 de febrero de 2015

Cómo vender esa magnífica idea a tu jefe

Todos tenemos aquella magnífica idea que si nuestro jefe la compra estamos cerca del nirvana. Pero no es tan fácil como ir, decírselo y que lo compre. ¡Hay que vendérsela! Y eso no siempre es fácil, por múltiples motivos: decidió algo sobre el tema que nos ocupa hace relativamente poco y no va a cambiar su decisión,  no acepta fácilmente comentarios de otros - le gusta ejercer, o simplemente no nos atrevemos. Hay una circunstancia peor, que se lo digamos en un momento no oportuno, y directamente lo descarte, siendo después muy dificil volver a sacar el tema.

He aquí 7 puntos para montar una estrategia ganadora, cortesía de Susan J. Ashford y James Detert en su artículo "Get the Boss to Buy in", Harvard Business Review, Enero-Febrero 2014.
  1. Adapta tu discurso, a la forma de pensar y reaccionar del jefe. Estás en un proceso de venta, le estás vendiendo tu idea. Debe motivarle, debe apelar a sus valores, a sus objetivos o a algo que le active.
  2. Enmarca el tema, haz que su exposición sea relevante para sus prioridades. No es lo mismo decir que quiero adecuar mi horario para entrar y salir una hora antes, que pedir adaptar tu horario al de tus clientes -  que entran y salen una hora antes. O pedir una promoción de algo, resaltando lo que hizo para la compañía y lo que puede aportar a futuro.
  3. Gestiona las emociones de ambos, expresa tu objetivo de forma que tus emociones se identifiquen de forma positiva: insisto está vendiendo una idea y tu jefe te la tiene que comprar. Si transmites emociones negativas no dejas de ser un quejica.
  4. Busca el momento adecuado, cuando lo que estás sugiriendo sea relevante para tu empresa. Sugerir la idea cuando tu jefe está esperando a un inversor no ayuda, esperar a sugerir la idea a un momento en el que ésta encaja con el objetivo de tu jefe ayuda, y mucho.
  5. Involucra a otros compañeros que pueden expresar las ideas desde otros ángulos y desde una óptica diferente de relaciones personales, y si identificas que alguien está contra tu idea, intenta neutralizarlos.
  6. Sigue las normas no escritas de tu organización proveyendo a tu jefe la información que le gusta recibir al tomar este tipo de soluciones. Esto incluye la forma de acercamiento (casual o formal) y p.ej. involucrar a aquellos que tengan algo a decir.
  7. Sugiere soluciones, no sólo lleves problemas a la mesa de tu jefe. Intenta explicarle cómo crees que se puede implementar la idea.
Por último los autores insisten que escojas tus batallas con cuidado para proponer cosas que creas puedas convencer de ellas y la organización pueda aceptar sin tener que dar tres saltos mortales en el vacío. Ay, me olvidaba, y ya sabes, en función de la importancia que la idea tenga para ti, así asumirás mas o menos riesgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario