miércoles, 7 de noviembre de 2012

El Efecto Actitud

De la nota del autor del libro "El Efecto Actitud" de www.kuppers.com:
“El Efecto Actitud” es un libro que trata sobre la gestión inteligente de nuestras propias emociones. Reconocerlas, saber cuáles nos ayudan y cuáles nos perjudican, las que son sanas y las que no lo son, y tener la habilidad para potenciar las primeras y evitar y corregir las segundas. Esta habilidad es mucho más importante en la vida que nuestro coeficiente de inteligencia. Hay personas muy inteligentes, incluso con una mente privilegiada, que no saben afrontar los fracasos, que son pesimistas, que frecuentemente están de mal humor, que no tienen fuerza de voluntad, que no se relacionan bien con los demás, que no saben controlar sus  impulsos, etc. Sin embargo, hay otras personas con mentes menos brillantes pero mas inteligente emocionalmente que transmiten confianza y entusiasmo, que ponen sus mejores esfuerzos en lo que hacen, que se ríen, que son humildes, que afrontan los fracasos positivamente.
Lo mejor es que las competencias emocionales pueden aprenderse y desarrollarse, porque no nacemos con ellas pre-fijadas, y sus tres grandes habilidades son la automotivación, la proactividad y el entusiasmo.

Las claves para ser feliz y desarrollar una actitud positiva son tres: querer, actuar y hacerlo con alegría. Decide cómo quieres que sea tu vida y lucha para lograrlo con entusiasmo.

1 comentario:

  1. La im­por­tan­cia de las ac­ti­tu­des

    El País - EPS, España 21/10/2012 28
    “¡Te pro­pon­go un re­to! Haz una lis­ta de las 20 ca­rac­te­rís­ti­cas que de­be­ría te­ner pa­ra ti el pro­fe­sio­nal ideal. Eli­ge la pro­fe­sión que quie­ras : ven­de­dor, je­fe de mar­ke­ting, con­duc­tor, ca­ma­re­ro, pro­fe­sor… Des­pués de es­cri­bir­las, ta­cha aque­llas que ten­gan que ver con co­no­ci­mien­tos, ex­pe­rien­cia, idio­mas, et­cé­te­ra. Sin po­der ver tu re­sul­ta­do, es­toy ca­si se­gu­ro de que la gran ma­yo­ría son fac­to­res ac­ti­tu­di­na­les. El re­sul­ta­do es in­va­ria­ble­men­te el mis­mo in­de­pen­dien­te­men­te del ti­po de pro­fe­sio­nal en el que ha­yas pen­sa­do”. El efec­to ac­ti­tud, de Vic­tor Küp­pers.

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