miércoles, 27 de octubre de 2010

Por preguntarte si vas a hacer algo, ¿es más probable que lo hagas?

Imagina que sólo por preguntar a alguien si piensa ir a votar, es más probable que vaya a votar.  Sí, sólo por preguntar, no por pedirle que vaya a votar. Curioso, ¿no?

Jonathan Levav, postula en su artículo,  "Cuando las preguntas cambian el comportamiento" que
"Las preguntas sobre intenciones activan el uso de una heurística de simulación que hace que los encuestados representen mentalmente el comportamiento objetivo y cuando estarían dispuestos a efectuar la acción preguntada."
O sea que si quiero intentar que grupos grandes de personas hagan algo, que mejor que pedirles sus intenciones. Es más,
"Cuanto más sencillo sea representar mentalmente el comportamiento deseado, mayor es el impacto en la realización posterior de esa acción"
El lado negativo puede ser que una pregunta puede "provocar" el resultado contrario al deseado, p.ej. la pregunta "¿Te proteges contra enfermedades de riesgo?", podría provocar que el sujeto estuviese ahora más dispuesto a arriesgarse mas - todo depende de cómo haya representado en su mente la pregunta.

¡Que yuyu!

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