domingo, 19 de enero de 2020

Todo depende del color del cristal con que se mire - por qué no te puedes fiar de tu propia mente...


Imagina un país ficticio gobernado por un partido ficticio que decide aplicar o no algunas políticas.

Imagina una muestra de personas escogidas al azar, a la mitad se le dice que el gobierno es de izquierdas, a la otra mitad que es de derechas. 

Imagina que se les explican a ambos grupos varias normas aplicadas por el gobierno ficticio, así como si su resultado había sido positivo o negativo.

¿Cómo crees que evaluarán los participantes las políticas? Yo pensaba que lo harían basándose en la temática de las mismas (las políticas no tenían carga ideológica), pero no.... ¡lo hacen basándose en la emoción!

Al pedirle a los participantes que valorasen si la estrategia del gobierno había sido eficaz, ¡la valoración de la acción del Gobierno aumentaba si el participante tenía la misma ideología que el Gobierno!

¿Somos tan elementales? Pues si, según el inserto del articulo Ilusiones y Sesgos Cognitivos de Helena Matute en Investigación y Ciencia, noviembre 2019, donde muestra como los ingleses y españoles nos comportamos con el mismo patrón.

¿Para esto discutimos en el bar o en el Whatsapp?


 

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